“En esta época sin precedentes, necesitamos poder disponer de todo el ingenio que tiene la humanidad y liberar las capacidades de cada individuo” (Hamel, 2020)
Introducción
En un mundo empresarial en constante evolución, las organizaciones se enfrentan a desafíos cada vez más complejos. Para mantenerse competitivas y alcanzar el éxito sostenible, deben adoptar enfoques innovadores que fomenten tanto la eficiencia operativa como el bienestar de sus empleados. En este sentido, la relación entre la humanocracia y la inteligencia organizacional ha emergido como una combinación poderosa y estratégica para impulsar el crecimiento y la excelencia empresarial. En este artículo, exploraremos la importancia de esta relación y cómo puede transformar positivamente las organizaciones.
Desarrollo
En su libro betseller «Humanocracy» Gary Hamel y Michele Zanini introducen el concepto de la humanocracia. Se esfuerzan por subrayar lo importante que es crear instituciones que animen a los individuos a utilizar toda su inventiva para crear empresas más resistentes y adaptables. La humanocracia se refiere a un enfoque de gestión centrado en las personas, que busca empoderar a los empleados, fomentar la autonomía y promover la toma de decisiones colaborativa. En una cultura de humanocracia, se valora la diversidad de ideas y se promueve un ambiente de trabajo inclusivo, donde todos los miembros de la organización tienen la oportunidad de contribuir y crecer. La humanocracia reconoce que los empleados son el activo más valioso de una organización y que su participación activa es clave para impulsar la innovación y la excelencia.
Hamel, en una entrevista publicada en Executive Excellence (octubre 2020), argumenta “en nuestro libro aportamos hechos concretos que confirman que mientras que las personas son valientes, retadoras, creativas y resilientes, la mayoría de las organizaciones se muestran reticentes a realizar cambios profundos, son incapaces de gestionar innovaciones radicales que transforman sectores, además de soler ser lugares con poca humanidad para trabajar, que desperdician la capacidad de sus empleados: el legado de la burocracia”.
De allí que, es urgente revisar la burocracia presente en nuestras empresas. Estas estructuras jerárquicas en las que el poder se desplaza hacia abajo se representan mediante imágenes piramidales que distinguen entre directivos en la cúspide y trabajadores en la base, o entre «listos» y sumisos. Un paradigma como éste infravalora gravemente el potencial humano y sirve de barrera al cambio. En estas organizaciones, un asunto debe atravesar varias barreras espasmódicas antes de ser visto por las personas adecuadas, momento en el que ya es demasiado tarde para actuar.
Relación entre Humanocracia e Inteligencia Organizacional
Dada la importancia del concepto que estamos tratando, es necesario revisar su relación con la inteligencia organizacional, dicha relación radica en el hecho de que una cultura de humanocracia fomenta la participación activa de los empleados, lo cual contribuye directamente al desarrollo de la inteligencia organizacional. Cuando los empleados se sienten valorados, escuchados y empoderados, se comprometen más con su trabajo, generan nuevas ideas y aportan perspectivas frescas. Esto fortalece la capacidad de la organización para tomar decisiones más informadas y estratégicas, así como para adaptarse rápidamente a los cambios del entorno empresarial.
Además, la humanocracia fomenta la colaboración y el trabajo en equipo, lo cual es esencial para el intercambio de conocimientos y la gestión efectiva del mismo. Cuando los empleados trabajan en un entorno colaborativo, se crea una red de aprendizaje constante, donde las ideas y experiencias se comparten y enriquecen. Esto fortalece la inteligencia colectiva de la organización y mejora su capacidad para identificar oportunidades, resolver problemas y generar innovación.
La relación entre la humanocracia y la inteligencia organizacional es un elemento clave para el éxito empresarial en la era actual. Al fomentar una cultura de humanocracia, donde se valora la participación de los empleados y se promueve la colaboración, las organizaciones pueden impulsar su inteligencia organizacional y alcanzar un mayor nivel de excelencia. Los empleados comprometidos y empoderados se convierten en agentes de cambio, generando ideas innovadoras, compartiendo conocimientos y contribuyendo al crecimiento de la organización. Esto, a su vez, fortalece la capacidad de la organización para adaptarse rápidamente a los desafíos y oportunidades del mercado, manteniendo su competitividad.
La humanocracia y la inteligencia organizacional se complementan mutuamente. Mientras que la humanocracia brinda el entorno propicio para el desarrollo y la participación de los empleados, la inteligencia organizacional aprovecha ese potencial humano para recopilar, analizar y utilizar información estratégica. El resultado es una organización que aprende de forma continua, se anticipa a los cambios del entorno y toma decisiones informadas y acertadas.
Para implementar una relación exitosa entre la humanocracia y la inteligencia organizacional, las organizaciones deben:
- Fomentar una cultura de confianza y transparencia, donde los empleados se sientan valorados y respetados.
- Promover la autonomía y la toma de decisiones colaborativa, permitiendo a los empleados tener un mayor control sobre su trabajo y aportar sus ideas.
- Establecer canales de comunicación abiertos y efectivos, donde se fomente el intercambio de conocimientos y la colaboración entre equipos.
- Brindar oportunidades de desarrollo y crecimiento profesional, para que los empleados puedan adquirir nuevas habilidades y conocimientos relevantes.
- Reconocer y recompensar el esfuerzo y las contribuciones de los empleados, para mantener su motivación y compromiso.
Conclusión
En conclusión, la relación entre la humanocracia y la inteligencia organizacional es esencial en el entorno empresarial actual. Al fomentar una cultura que valore y potencie a los empleados, y al utilizar la inteligencia colectiva para tomar decisiones estratégicas, las organizaciones pueden lograr un mayor éxito y mantenerse a la vanguardia en un mercado cada vez más competitivo. La combinación de la humanocracia y la inteligencia organizacional es el binomio del éxito empresarial, donde las personas son el motor de la innovación y el crecimiento.
Bibliografía
Hamel, G., y Zanini,. (2020). Humanocracy. Creating Organizations as Amazing as the People Inside Them. EE.UU. Harvard Business Review Press. ISBN: 978-1-63369-602-0